14 mayo, 2012
Lo que viene a continuación es una reflexión completamente personal como asistente a UX Spain 2012.
Lo primero que quiero es dar mi más sincero agradecimiento a participantes, sponsors y asistentes, a las estudiantes de último curso con camiseta verde y a la UPSA y su personal, por hacer posible entre todos uno de los eventos más interesantes a los que he podido asistir.
El concepto
La Experiencia de Usuario es un «concepto paraguas», no una profesión en sí misma, y creo que usar precisamente ese concepto ha sido en parte la razón por la que el evento resultó muy inclusivo, congregando a profesionales de muy distinto tipo, que es lo que se pretendía.
La conclusión
La principal conclusión que extraigo del evento es que el sector de la experiencia de usuario en España es mucho mayor, mucho más diverso, y mucho más desarrollado de lo que podía imaginar. Un sector que en plena crisis económica se encuentra en plena expansión y crecimiento.
Además el evento ha funcionado como revulsivo para el sector. No sólo twitter ha estado ardiendo antes, durante y tras el evento; también se está produciendo una resurrección, a modo de horda de zombies, de blogs viejunos con muy diversas e interesantes crónicas del evento y reflexiones sobre el sector.
El nivel de las ponencias y comunicaciones
Como en cualquier evento hubo charlas mejores y peores. Ahora bien, me cuesta entender las razones reales o el inabarcable conocimiento teórico-práctico sobre UX que debe poseer quien se atreve a darles una baja calificación de forma generalizada.
Formación
El tema de la formación de los profesionales del sector es de una importancia vital, precisamente para hacer que el sector pueda seguir desarrollándose, incorporando nuevos profesionales con los conocimientos necesarios. El problema es que este tema es demasiado complejo como para que no se hubiera planificado en el evento alguna sesión específica. Aquí le tengo que dar un tirón de orejas a los organizadores (este post es como asistente, no como miembro de la coordinación, así que puedo dar tirones de oreja).
Somos muchos los que tuvimos que formarnos en estas disciplinas de forma autodidacta: leyendo, haciendo y compartiendo. Actualmente ya existen títulos específicos, normalmente de posgrado. Por mal planteados que puedan estar estos programas de formación (que también es algo discutible), creo que hay algo que no podemos poner en duda: los nuevos profesionales que intentan hacerse un hueco en el sector están más preparados, como mínimo, de lo que lo estábamos nosotros en su momento. Dicho esto, sería muy bueno para el sector que se debatiera y se intentara acordar entre todos qué se debería enseñar, qué forma deberían tener estos estudios, etc.
Academia
Algo que siempre me ha llamado la atención de este sector es lo cómodos que nos sentimos en la intersección entre tecnología, diseño y factor humano, pero lo vacío que se encuentra el espacio de intersección entre mundo académico y profesional.
Entiendo que en disciplinas académicas y profesionales tan inmaduras como las nuestras, este distanciamiento puede ser natural, pero lo que tengo claro es que resulta imprescindible buscar la forma de acortar distancias y compartir espacios e inquietudes, si realmente pretendemos una consolidación profesional real. UX Spain ha sido un pequeño pero primer paso en esa dirección, ya que se ha tratado de un encuentro profesional posible, en gran parte, gracias a la Universidad Pontificia de Salamanca.
Y los tests con usuarios?
Lo que ocurrió en la última mesa redonda yo creo que se debió sencillamente a que se malinterpretó lo que Jesús Gorriti opinaba sobre el tema, y que además, en un sector tan diverso, lógicamente no todos piensan u opinan lo mismo. El formato de mesa redonda creo que tampoco ayudó. Jesús es una de esas personas que no se creen en posesión de ninguna verdad absoluta y está abierto a debatir cualquier tema con todo el mundo, por lo que la pena fue que su participación se encontrara precisamente al final del evento, y no al principio, lo que hubiera animado mucho el debate entre pasillos.
Yo también creo que Gorriti fue malinterpretado. Principalmente porque la sala confundió los test de usuario con la investigación de usuario (que incluye también la investigación para conocer al usuario, sus motivaciones, necesidades, etc.). A medida que la investigación de usuario (a modo de contextualización previa) y el diseño en sí se van haciendo mejor (arrastran menos error), el valor que aportan los test de usuario disminuye, por lo que el ratio coste/beneficio decrece y pierden utilidad. Luego, en dichos casos, es lógico pensar que irá desapareciendo con el tiempo.
Me ha gustado mucho la observación sobre el levantamiento zombie de los blogs, ¡¡creo que yo también me he infectado!!
Un saludo!
Sí al final vamos a poner de moda de nuevo eso de tener un blog 🙂
Tirón de orejas a la organización.
Primero, una precisión: por diverso que fueran sus asistentes, si en algo han coincidido todos esos zombies redivivos (¿Es esto un oxímoron?) es en que el nivel organizativo ha sido altísimo. Así que allá va el anti-tirón de orejas.
Y ahora, a la polémica: a mí me cansan tanto los debates sobre qué formación hay, cuál es mejor o por qué no hay más como las discusiones terminológicas sobre el campo semántico usabilidad. Se ve que hay gente interesada, pero si se hace, por favor, que haya sala con Gameboys como alternativa o algo.
Tampoco estoy de acuerdo en que los que llegan ahora estén más preparados como norma general. Tener que buscar la formación con ahínco y buscar relaciones con otras disciplinas como metodología de aprendizaje crea un estado mental mucho más receptivo que ir a sentarte a escuchar. Todos los años conozco a dos tres egresados de alguna enseñanza relacionada y los veo muy alejados del bagaje cultural y del conocimiento que apreciaba hace 6 años.
Y si necesitan colaboración el año que viene, avisen.
🙂 gracias por la parte de oreja que me toca.
Te doy la razón, esa actitud suponía un punto a favor a de aquellos primeros profesionales, algo que no había considerado en mi ecuación.
Por otro lado, yo tampoco creo que el debate sobre «qué formación hay, cuál es mejor o por qué no» tenga interés alguno. Lo que yo digo es que sí se debería debatir entre todas las partes interesadas, empezando por las empresas del sector, sobre «cómo deberían ser». Quienes ofrecen estos programas de formación son los primeros interesados en que se ajusten lo más posible a las necesidades reales del sector.