19 junio, 2012
No parece haber informe, presentación, infografía o dashboard en el que falte una gráfica de tarta (o diagrama de sectores). Todo esto a pesar de que seguramente se trate de la peor forma posible de representación gráfica. De hecho podríamos decir que solo hay una representación gráfica peor: la gráfica de tarta en tres dimensiones.
Fuente: flowingdata.com
La explicación es sencilla. Nuestra capacidad perceptual para estimar relaciones de proporción o diferencias entre áreas de sectores circulares es mucho menor que, por ejemplo, entre longitudes o posiciones. Dicho visualmente, ¿qué gráficas permiten en este ejemplo una más precisa y rápida decodificación?:
Fuente: tableausoftware.com
Aunque pocos, existen casos en los que utilizar gráficas de tarta podría estar justificado. Uno de estos casos es cuando lo que se representa es la relación entre un valor y el total, o entre dos valores y la suma de ambos. Un buen ejemplo sería el siguiente:
Fuente: Wall Street Journal. Via: flowingdata.com
Otro caso complementario es cuando la posición de la gráfica también codifica información, ya que su forma circular hará más sencillo estimar su posición (su centro) respecto a otros elementos, o respecto a un marco o espacio significativo. Aún así, este es un uso también discutible. El propio Edward Tufte afirmaba: «the only worse design than a pie chart is several of them».
Fuente: tableausoftware.com
Es poco probable que las gráficas de tarta, a pesar de su general falta de efectividad, vayan a caer en desuso. Tendrá que ver con nuestra irresistible fascinación por las formas circulares, una generalizada falta de alfabetización visual, o sencillamente porque se han convertido en símbolos, trascendiendo su función de codificación cuantitativa.
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